La tarde del miércoles 17 de junio se la va a recordar con tristeza. La tarde arrancó con una noticia que, difícil de digerir, sería mejor no escucharla: deja un sabor amargo cargado de tristeza y dolor. Porque la muerte de Fernando Peña es un golpe hacia todos aquéllos que amamos la radio, el humor, la picardía y la magia de sus personajes, de sus actuaciones y creaciones.
La tarde del miércoles 17, esa tarde de sol tímido, deja el sonido vació de un micrófono vació que será difícil de remplazar en la mañana de la radio. Porque el tipo era un tipo de radio, querido por sus amigos y por sus oyentes que día a día lo escuchaban en un horario en que es complicado escuchar, porque recién comienza el día, se amanece, se acomoda a lo que va ser el día, se empieza a entender un poco todo.Y, como si faltara un cachetazo, también perdemos a Alejandro Doria, creador y director de la película Esperando la carroza, una de las más destacadas del cine nacional. Por todo eso, por la perdida de Peña y la de Doria, se podría decir que el día de hoy, el de la tarde nefasta del 17 de junio de 2009, es una tarde de muerte o, también, una tarde de mierda
La tarde del miércoles 17, esa tarde de sol tímido, deja el sonido vació de un micrófono vació que será difícil de remplazar en la mañana de la radio. Porque el tipo era un tipo de radio, querido por sus amigos y por sus oyentes que día a día lo escuchaban en un horario en que es complicado escuchar, porque recién comienza el día, se amanece, se acomoda a lo que va ser el día, se empieza a entender un poco todo.Y, como si faltara un cachetazo, también perdemos a Alejandro Doria, creador y director de la película Esperando la carroza, una de las más destacadas del cine nacional. Por todo eso, por la perdida de Peña y la de Doria, se podría decir que el día de hoy, el de la tarde nefasta del 17 de junio de 2009, es una tarde de muerte o, también, una tarde de mierda
Por Andrés Pujol
1 comentario:
dolorosisimo!
Publicar un comentario