viernes, 29 de mayo de 2009

Dirigentes que se olvidan de la gente


¿Cómo se llega a ser dirigente de un club? ¿Hay que tener alguna capacidad en especial? Seguramente que por amor, por sentir por cierta entidad un sentimiento fuerte. Después resta meterse, primero ser socio, tener edad de mayor y decir presente en las reuniones. La política está en todos los ámbitos de la vida: deportivos, culturales o políticos.
Y es bueno que la gente se meta en política para solucionar problemas y para cambiar cosas que están mal por otras que estén bien, con ideas y honestidad, claro. Porque es obvio que para dirigir, para ser el que lleve las riendas, hay que tener ideas, eso es imprescindible. Además, estar acompañado por gente que aporte y que trabaje seriamente.
Los clubes de fútbol son, en la teoría, lugares dónde los dirigentes no tiene sueldos, trabajan ad honorem. El Presidente de un club, por ejemplo, tiene que tener un trabajo aparte. En Newell’s, Eduardo López gobernó por 14 años e hizo maniobras sucias para perpetuarse en el poder. El año pasado, cuando la nueva dirigencia hizo la auditoria del club (de los balances, las ventas, las compras), se dieron cuenta de que muchos contratos ya no existían, que varios jugadores eran representados por barras bravas y que las deudas del club eran elevadas, mayor a los 75 millones de pesos.
Si eso se lo traslada a niveles más altos, a la política nacional en donde sí tienen sueldos, ocurre lo mismo. Dirigentes que se llenan de plata, se construyen mansiones, hoteles, cabañas, etc. La diferencia que hay entre un club y un país es que los Presidentes de un club difícilmente se cambien de equipo. Sería raro imaginar a López, el ex de Newell`s, en Central, el equipo contrario. En cambio, ver a un radical en el peronismo o un peronista en el radicalismo no es anormal.
Lo que se supo en estos días es que el ex presidente de San Lorenzo, Fernando Miele, será juzgado por delito de "defraudación por administración fraudulenta" durante su gestión como titular del club de Boedo. Julio Grondona, Presidente de la AFA, será uno de los testigos a favor de Miele, aunque tal vez desista de su declaración. Los querellantes de la causa contra el ex Presidente es la actual dirigencia del club.
Pero los casos de Miele y López son sólo dos gotas en el océano. Hace poco, la justicia pidió que María Julia Alsogaray devuelva más de dos millones de pesos por enriquecimiento ilícito en tiempos en los que era Secretaria de recursos naturales, durante la era Menem.

Pd: luego de leer la última palabra, está permitido tocarse el izquierdo.


por Andrés Pujol

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